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El blog dedicado al violín para aficionados, principiantes y estudiantes

Mantenimiento de los violines clásicos: una guía práctica

Taller de mantenimiento de violínes

Son muchas las formas en las que un violín puede dañarse sin que lo sospeches o te des cuenta de esto. Como la acumulación de resina en las cuerdas y tapas. También los cambios de temperatura muy bruscos influenciarán en su calidad. 

Si eres principiante quizás todavía no comprendas las formas adecuadas con las que limpiarlo o transportarlo, pero para ello a continuación conocerás una breve guía que te ayudará con ello. 

¿Por qué es tan importante realizar un mantenimiento adecuado al violín?

Antes de iniciar a hablar sobre los mantenimientos básicos al violín, es necesario recalcar las razones de su importancia. 

Por desgracia un violín sí puede deteriorarse considerablemente por no limpiarlo como es debido. Limpiar un violín es una rutina diaria, que debe ser interiorizada. No hay que dejarse engañar por el sonido del violín, porque aunque sea algo engañoso, en primeras instancias un violín sucio sonará igual que uno limpio. 

Con ello se ahorrará dinero y se tendrá la seguridad de que se está haciendo todo lo posible para que el violín rinda lo mejor posible. 

El mantenimiento del violín por partes

Cada parte del violín clásico necesita de una serie de estándares de limpieza. Como ocurre con todos los instrumentos de cuerda frotada, se trata de dos partes, que serían el violín en sí y su arco. Y a su vez el violín dispone de las siguientes áreas a enfocarse:

Cuerpo del violín

El cuerpo del violín necesita ser limpiado después de cada uso con un trapo. Cuando hablamos de cuerpo nos referimos a todo aquello que esté hecho en madera. Por lo que se incluirán partes como su tapa tanto inferior como superior y laterales. 

¿De qué se ensucia el cuerpo del instrumento? Este se ensuciará de la resina que caerá del arco mientras se usa, pero también se puede ensuciar por el sudor que dejas en su mango. En especial en la parte superior del cuerpo. Incluso el sudor puede alojarse en la mentonera de su tapa.

¿Cómo se limpia? Además de usar un trapo, se pueden usar productos especializados de limpieza para este. Pero solo ellos deben ser usados, porque están diseñados para proteger el barniz. 

El alcohol únicamente puede ser empleado en aquellas partes que se encuentren hechas en ébano, además de las cuerdas. Del resto, no deberías experimentar con el alcohol en tu instrumento. 

Consejos prácticos sobre el barnizado

El barnizado es como la piel de tu violín. Y como piel que es, será la encargada de protegerle del sudor, del polvo, de la resina, de cualquier otro material que le ensucie y pueda ser absorbido por la madera. El barniz no es laca, no es impermeable, pero cumple su función en el violín, y debe ser cuidado.

  • El sudor es el enemigo del barnizado: Nuestro sudor es peligroso para el barnizado. El sudor es ácido y poco a poco irá retirando el barnizado. Así que no dejes que el sudor quedé por demasiado tiempo en el barniz. 
  • Los pequeños objetos pueden dañarlos: Las marcas en el barnizado son consideradas por muchos como cicatrices que hablan de la historia del violín. Otros tantos las reparan. No obstante, prevenirlas puede que sea lo mejor, y esto es una tarea de cuidado porque pequeños objetos podrán arañarlo. Como son los casos de pulseras, o lápices, el arco también lo hace.
  • Considera la composición de tu barniz: Hay barnices con base a aceite y a alcohol. Por lo que si quieres limpiar otras partes con el alcohol, tendrás que proteger a la tapa, puedes usar un trapo o algo grueso que no traspase. Después de hacerlo, necesitarás escurrirlo muy bien. 

Efes 

Esta es una de las partes más delicadas en el violín, y que por lo tanto, necesita de la dedicación necesaria cuando de limpiarle se trata. La razón de su fragilidad recae en que si llegase a golpearse de alguna forma, el resultado sería su agrietamiento. Algo que no desearás por nada en el mundo.

¿Cómo se limpia entonces? Para hacerlo, debes usar un trapo, lo cual es simple, pero el detalle a destacar es que no tienes que forzar en los agujeros. Como ocurre con el violín en general, su limpieza es sencilla pero debe ser delicada.

Puente

Con respecto al puente de tu violín, su mantenimiento no es algo distinto. Con la limpieza diaria será suficiente. Un punto importante a mencionar, es que esta parte de madera no estará barnizada. Por lo que hace falta ser suave con el mismo y a recordar, no se deben usar limpiadores aquí. Con el trapo bastará para eliminar los restos de polvo.

También otra forma de mantenerlo eficiente es corregirlo en caso de alguna torcedura, estas bien pueden ser verticales u horizontales. Y al enmendarlo debes ser muy cuidadoso. Con esto no se quiere decir que sea una tarea particularmente complicada, solo que se necesita ser suave con ello. Cuando ya has aprendido a cómo hacerlo, será un proceso que realizarás con rapidez y sin pensarlo tanto.

El puente es una pieza que soporta a través de los años mucha presión por parte de las cuerdas.  Lo que permitirá que se vaya desgastando como es natural con el pasar del tiempo. Así que su sustitución será necesaria en algunos años

Cuerdas

Las cuerdas pueden ser limpiadas o cambiadas.

En el caso de la limpieza, esta se limpiará de restos de resina. Y se lo hace con un trapo que deje restos, ya sean de algodón o de microfibra. Un trapo que no suelte pelusas o fibras será lo ideal. Pero si quieres una limpieza que sea más profunda, existen limpiadores específicos para este propósito. Incluso si así lo deseas, podrás usar alcohol. No es algo obligatorio, pero muchos violinistas así lo prefieren.

En el caso de los cambios de cuerda, entraremos en un apartado un poco más complejo. Las cuerdas necesitan ser cambiadas porque se desgastarán con su uso. Ellas por igual son capaces de caducarse, algo que no es considerado por algunos principiantes.

¿Cuánto durarán mis cuerdas siendo funcionales? Una vez más, es algo que varía de acuerdo a factores como su uso y la calidad de la cuerda en sí. No siempre que las cuerdas tengan una duración más corta implica que sean de baja calidad, porque de hecho hay cuerdas hechas con materiales específicos que priorizan la brillantez por encima de su duración. Y dando como resultado, un desgaste más veloz.

Una recomendación para los estudiantes es que no adquieran versiones “solista”, mejores son las “médium”, el motivo es que tendrán una buena sonoridad que se extenderá por una mayor cantidad de tiempo. 

Se tiende a sugerir que los principiantes cambien sus cuerdas solo en caso de que estas tengan un mal sonido, uno metálico, o que se rompan como es evidente. Ya cuando un estudiante es medio, el cambio se recomienda cada dos años, y cuando llegan al grado superior o se trata de músicos profesionales, se espera que lo hagan cada año. 

En términos generales, las cuerdas necesitan ser cambiadas cuando están deterioradas, si bien hacerlo es un gasto considerable, valdrá la pena. Y será considerablemente mejor que sufrir con un sonido desagradable a los oídos. 

Tensor o microafinadores

Estas piezas no necesitan de una limpieza diaria como se acostumbra con otras piezas en el violín. La razón es que están hechas de metal, y no de madera. Con todo esto, eso no resta que sean tornillos y que por lo tanto requieran de ser engrasados de vez en cuando.

¿Qué tipo de material se usa para este propósito? Se puede hacer uso de un tipo de grasa, el requisito principal es que no sea capaz de manchar al instrumento.

Cuando vayas a engrasarlas, cuida de que no alcance otra parte de tu violín. Porque si llega a caer en alguna rotura, no te vas a deshacer de esa mancha. Cuida muy bien la madera de estas manchas.

Clavijas

Una vez más, las clavijas del violín son partes que no requieren de un mantenimiento especial. Cuando estás se encuentran en un estado óptimo, no hay mucho qué hacer en esta situación. Y, cuando no lo estén y aun siendo un cambio aparentemente fácil debe hacerse por un luthier.

Quizás te preguntes ¿cómo sé si la clavija está ajustada como debe ser? En este caso la respuesta la encontrarás en su funcionamiento. Cuando una clavija está ajustada a la perfección, podrás afinar sin inconvenientes. Una buena fijación y que no debas moverte por tramos, es una muestra de ello. La afinación necesita ser un proceso suave y continuo. 

Sin embargo, sí es un proceso poco sencillo para los principiantes al inicio. Y esta es la razón de que los principiantes no muevan las clavijas con frecuencia. Pasa lo mismo que con los tensores. Así que siendo un principiante no debes preocuparte por esta acción, a excepción de que se deba afinar aún más el violín o te debas enfrentar al cambio de cuerdas.

Arco

El arco solo necesita ser tensado lo suficiente. Algunos principiantes suelen tensarlo en exceso, hasta el extremo de colocar a la vara casi recta. Les da la sensación de que es más estable tocar así, pero esto no es cierto. 

Al igual que cuando se acaba la práctica hace falta destensarlo como costumbre. Conllevando a que en su tensado y destensado adecuados se encuentre la clave principal para su mantenimiento. El uso de la resina es un punto a considerar, y su cantidad depende del uso que se le dará. En los estudiantes esto se hace de una a dos veces por semana, para los profesionales cada dos días.

Más puntos a considerar

  • Alma: Cuando compras un violín nuevo será una buena idea revisarlo pasados los primeros seis meses de su uso. Porque el alma y la atadura podrían presentar detalles. El alma quizás quedó corta por una madera no seca del todo. O en lo referente a la atadura pudo darse de sí. Algo que apagaría el sonido. 
  • Diapasón: Cambiar el diapasón tiene su precio, pero será necesario a largo plazo porque las cuerdas harán surcos en esta parte. Hasta el sudor hace estragos en este, porque el sudor que producen tus dedos provocará hoyos pequeños. Para los profesionales su cambio es cada dos años, si no lo eres, puedes esperar más. 
  • Roturas: Si tu violín llegase a romperse, no lo limpies o mojes. Lo más pronto posible necesitas llevarlo a un luthier junto con la pieza rota. Es lo mismo que debes hacer cuando alguna parte se despegue  o aparezcan grietas notables. Está de sobra decirlo, pero por la seguridad de tu instrumento y su vida útil, no intentes hacer tú las reparaciones, eso es un trabajo adecuado para los profesionales.

El papel de la temperatura en la conservación de tu violín 

Un aspecto indispensable en el mantenimiento de los violines clásicos es la temperatura del ambiente. Las condiciones ambientales tienen una influencia asombrosa en estos instrumentos de madera, por lo que debes conocer de su impacto como principiante.

Por ejemplo, debes saber que la madera es sensible a la sequedad del aire, por lo que cuando acontezca un cambio repentino de temperatura o humedad, esto les dañará.

Así que aclimatarlos es obligatorio en estos casos. Como muestra, si entrarás a un sitio seco en un día lluvioso, espera para sacar tu violín de su estuche. Necesita acostumbrarse  al ambiente. Lo mismo pasa si es un día muy frio y entras a un ambiente con calefacción. ¿Qué puede ocurrir en cambios extremos de clima? 

La madera es capaz de contraerse, al igual que las clavijas quedar holgadas. La temperatura es tan importante, que hasta podría provocar el agrietamiento de la tapa.

La humedad perfecta para un violín está entre el 50% y 60%. Si deseas controlar ello, con un higrómetro tendrás la información de ello. Y si la habitación está muy seca, los humidificadores para la habitación o el estuche, son una solución. 

Consejos de viaje 

Para finalizar, conviene repasar algunos consejos de viaje para tu violín. Porque en los traslados ocurren grandes daños a los instrumentos, y como siempre, la prevención será lo primordial para conservar su buen estado.

  • Viaja con tu violín en un buen estuche. De cerraduras y correas firmes.
  • Entre el asiento trasero y el delantero del coche es donde debe ir tu violín. Las temperaturas del maletero son perjudiciales. 
  • Si viajas en tren o metro, procura llevarlo sobre tus rodillas.